Aiiiiss
(suspiro), hacía tiempo que no me emocionaba tanto un mercado. Desde que
estudié en Roma unos meses sentía que Madrid nunca estaría a la altura de los
mercados europeos. Pero no, me equivocaba, El mercado de motores me ha devuelto
la ilusión y las ansias de tachar los días en el calendario para que llegue
rápido el segundo finde de cada mes.
Si,
lo nuestro (doy fe que a Lady Madrid le pasa
lo mismo o más) y los mercados ya es obsesión. Métenos en un mercadillo
e igual no salimos en un par de días. Sin embargo no hace falta ser un forofo
de los mercados para venerar al Mercado de Motores.
Artículos
exclusivos, vintage, de segunda mano, antigüedades, comida, tés del mundo, ropa
ecológica, zapatos de piel... todo se mezcla por igual en un lo que empezó
siendo un templo alternativo y ha acabado siendo la casa de todo el mundo.
Estupenda
también la ubicación entre trenes antiguos en el Museo del Ferrocarril. Podrás
ver cómo eran los trenes por dentro antiguamente paseando por algunos de sus
vagones.
Recomendación:
Ir temprano, buscando las horas de menos gente. Tomar el aperitivo en la
terraza, siempre animada con algún grupo tocando. Importante no perderse el
mercadillo paralelo, pero fuera del museo, con puestos de artículos de segunda
mano. Nunca sabes lo que puedes encontrar.
En
general da mucho gusto comprar en estos sitios en los que el vendedor es en
muchos casos el creador del producto o el valiente emprendedor. Todos o casi
todos los puestos son hacen productos made in Spain.
La siguiente edición es el 7-8 de Diciembre, ¡no os lo perdáis!